En plena Guerra Fría muchos países europeos decidieron enviar sus reservas de oro a lugares seguros por temor a una invasión soviética, entre ellos Alemania. En 2013 se decidió el retorno y empezó el traslado de 674 toneladas del metal precioso desde la Reserva Federal (Fed) de Nueva York y el Banco de Francia.
Ese proceso culminó en agosto de 2017, tres años antes de lo previsto, que era 2020. Se trasladaron 53.780 lingotes con un peso de 12,5 kilos cada uno y con un valor de 440.000 euros por unidad, y de 23.700 millones de euros en total (en el momento de su reubicación). Ahora Alemania tiene la mitad de sus reservas en su propio territorio. Movimientos rápidos y a gran escala, por lo que pueda pasar…
El retorno del oro
