Kowloon

La ciudad crecía sin control. Nuevos edificios surgían en las azoteas de los antiguos apoyándose unos en otros sin que interviniesen arquitectos ni ingenieros, pero nunca crecían más de 14 plantas, para que no chocasen con ellos los aviones que despegaban del aeropuerto. Las calles se estrechaban, muchas eran oscuros callejones de apenas un metro de ancho, la luz solar era un privilegio para quienes vivían mirando hacia el exterior. Para el resto, luces de neón.

Con 50.000 residentes, tenía la mayor densidad de población del planeta: dos millones de habitantes por kilómetro cuadrado. La mayoría se dedicaban a actividades ilegales como juego, falsificaciones, medicina sin licencia, droga y prostitución. Aunque también había puestos de comida a base de carne de perro. Kowloon, en Hong Kong, fue demolida en 1993.

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