Mi afición por los aforismos ha ido creciendo desde que empecé a escribirlos en 2017. Es genial condensar una idea en las menos palabras posibles sin que pierda garra ni belleza. De hecho, a veces sale ganando. Cuando trabajo en estos pensamientos que afloran espontáneamente -y con la práctica más frecuentemente- siempre acabo en una lucha por el equilibrio entre la expresión y la contención: “a ver si lo puedo decir con una palabra menos”, me digo. Y el milagro siempre se produce.
IMPORTANTE: Esta sección irá creciendo, agregaré aforismos nuevos periódicamente.

La mayor prueba de inteligencia que puedo dar es admitir mi propia cuota de estupidez.

Si quieres felicidad y libertad busca dignidad y emancipación
