Un viejo refrán dice «siéntate a la orilla del río y verás pasar flotando el cadáver de tu enemigo», y eso hizo el director de cine japonés Akira Kurosawa cuando en 1953 trabajaba en ‘Los siete samurais’, que hoy es considerada una de las diez mejores películas de la historia.
Los estudios Töhö suspendieron el rodaje hasta dos veces porque se dispararon los costes de producción, y en ambas ocasiones Kurosawa se fue de pesca. Sabía que le volverían a llamar, habían invertido demasiado dinero y no suspenderían el proyecto. En el film, los guerreros cobraban sólo dos puñados de arroz al día por proteger a los campesinos.
Kurosawa va de pesca
