La falta de garantías o certeza pone a prueba mi esperanza. ¿Y ahora qué más pasará?, me siento desnudo en el aire, en suspensión como una mota que ignora dónde se posará. Eso describe la incertidumbre: flotar a merced de la corriente, impedir que el monzón se me lleve, cruzar los dedos con servidumbre.
Diciendo que es una sensación nueva ¿acaso no fue lo mismo siempre? Confiar en el futuro tizna de engaño, pensar que tengo algún tipo de control sobre lo que en el devenir me sucede… ¿Lo sientes?, sin expectativas ya no hay presión.