La selva me llama a potentes gritos, es el lugar donde me perderé de todo, sólo me importa reencontrarme. He dado vueltas, ido de acá para allá, y al final giraré en redondo, lo sé, desandaré una vez más mis pasos y me internaré en la espesura.
Ya dentro de su lúgubre seno, perseguiré impaciente a mi sombra, adelantaré veloz cuanto pueda en un estudiado retroceso. Sólo deseo saber dónde se encuentra todo lo que perdí o dejé arrumbado en algún momento, y redescubrir lo nuevo que haya crecido por allí, meditar un poco sobre eso, quizá. Y luego, sin duda, volveré a marchar sobre mi futuro.